viernes, 12 de diciembre de 2014

199 ¡ ENHORABUENA !


Cuando cantamos o tocamos un instrumento musical o representamos una obra de teatro delante de otras personas ponemos en marcha habilidades, aptitudes, competencias, conocimientos, estrategias y comportamientos que a veces en clase no podemos desarrollar.

  • Hay que aprender un texto de memoria y además en otro idioma
  • Hay que trabajar en equipo y ayudarnos unos a otros porque el resultado es la suma de los esfuerzos compartidos 
  • Hay que seguir las instrucciones de un director y adaptarse a sus manías (aunque vaya director...)
  • Hay que estar muy atento a los posibles cambios en el número de estrofas
  • Hay que controlar los espacios (el escenario, la colocación del grupo) y los "tiempos"
  • Hay que adaptarse a cada lugar donde se actúa (En este caso era muy difícil cantar delante de gente que estaba jugando al dominó y a las cartas y escuchando de fondo el billar y que salvo excepciones, no estaban muy motivados)
  • Hay que tener sentido del "ridículo" y aprender a reírnos de nosotros mismos. 



Estas experiencias suelen quedarse en la memoria durante mucho, mucho tiempo y si aprendemos a guardarlas con cariño... se convierten en granitos de arena de nuestra "playa de la felicidad" que todos podemos crear. 

Yo os pido disculpas por la voz, por no tener ningún cursillo de director de coro, por reñir a destiempo, por exigir demasiado... lo siento, no volverá a ocurrir....














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